Efectivamente, conseguí aguantar la tentación y esperar a las vacaciones navideñas (¡qué lejos quedan ya!) para leer El temor de un hombre sabio. La espera ha merecido la pena. Patrick Rothfuss no nos decepciona en esta nueva entrega de la trilogía que comenzaba con El nombre del viento. Si recordáis, en la primera parte Kuothe nos contaba parte de su vida en un día. Llega el segundo día y el protagonista prosigue su historia. En esta parte se pueden apreciar ciertos cambios con respecto a la primera. El más importante es que se introduce el humor en varios pasajes, de una manera sutil e inesperada, lo que se agradece aún más. El otro cambio tiene que ver con la evolución del propio personaje, Kuothe se nos está haciendo mayor y emprende sus primeras (e increíbles) aventuras sexuales, tema éste que se trata a veces con el humorismo antes mencionado.
Por deformación profesional me ha recordado esta lectura al género picaresco, no recuerdo que la primera lo hiciera aunque los ingredientes también estaban allí. Quizá sea en esta parte más evidente porque el Kuothe tabernero adulto que cuenta su historia empieza a mostrarse menos heroico, o mejor invencible, a nuestros ojos. Algo ha pasado en su vida (todavía no sabemos qué) y lo ha hecho dejar esa confianza en sí mismo, ese orgullo del Kuothe adolescente que brilla en sus palabras.
No puedo extenderme en las múltiples historias que aparecen en la novela, hacerlo destriparía el placer del descubrimiento de cualquier lector que se anime a comenzar la lectura, objetivo primero de este blog. A los que ya la hemos leído tan sólo nos viene a la mente una pregunta... ¿para cuándo la tercera parte?