Empiezo este curso con ilusiones renovadas y muchos proyectos, tantos, que espero no hundirme en el proceso. En fin, una de las empresas que me propongo es dar más vida a este blog y compartir mis lecturas con vosotros. Empiezo por una que me ha sorprendido y encantado y que tenía en el montón de "pendientes" desde hacía casi dos años. Se trata de Eleanor & Park.
La primera vez que me fijé en el libro (me llamó la atención la sencillez de la portada) estaba en la mesa de un alumno de segundo de ESO. A los pocos días observé que aparecía en la mesa de otra alumna, y así sucesivamente. Cuando les pregunté me dijeron que les había encantado y me resumieron en pocas palabras de qué iba la historia. En ese momento me apunté mentalmente la tarea de leerlo en cuanto pudiera. Si lo hubiera sabido lo habría hecho antes.
La historia transcurre en una zona deprimida de Omaha, un pueblo de Nebraska. Allí aparece de pronto Eleanor, que acaba de trasladarse a casa de su madre. Por otro lado tenemos a Park, un chico introvertido hijo de un veterano de guerra y una mujer coreana. Cuando Eleanor entra en el autobús escolar queda claro que no va a ser la chica más popular del instituto; su alborotada melena roja, sus kilos de más y su extraña vestimenta la ponen en el blanco de las mofas y jugarretas de sus compañeros. A regañadientes, Park deja a Eleanor que se siente a su lado y muy poco a poco irán estableciendo una relación entre ellos. El amor, que como en toda buena historia se cocina a fuego lento, surgirá y les hará madurar y enfrentarse a sus miedos.
Hasta aquí podría parecer una historia típica de adolescentes norteamericanos, veamos por qué no es el caso. La situación económica y familiar de Eleanor es penosa, una de sus mayores preocupaciones es Richie, el novio de su madre, y la otra, carecer de cepillo de dientes. No voy a adelantar nada importante de la trama aquí, pero la historia, que se va desvelando muy lentamente, estremece la sensibilidad del lector.
El libro está escrito de una manera muy lírica en algunos fragmentos y utiliza recurso de establecer capítulos en función de los personajes, de manera que podemos entrar en la cabeza tanto de Eleanor como de Park, lo que supone un acierto a la hora de profundizar en la personalidad de los mismos.
Pero si hay algo que me ha llamado verdaderamente la atención es que está ambientado en los 80. Supongo que esperaba unos adolescentes actuales, inmersos en móviles y redes sociales y me he encontrado con mi adolescencia. Está claro que la autora ha tirado de sus recuerdos y ha conseguido retrotraernos a esa época de la vida en la que los chavales se volvían locos por los cómics de los X-men y rebobinaban las cintas con un bolígrafo para no gastar las pilas del walkman (el antecedente remoto de los IPOD y que si tenías suerte alguien te traía de Canarias).
La música tiene bastante importancia en el libro, es algo que venimos observando en muchas de las publicaciones actuales, el autor menciona la música que escuchan sus protagonistas, hacen canales de las canciones mencionadas en youtube (como Cincuenta sombras) o en casos extremos sacan la banda sonora del libro como en el caso de César Pérez Gelida y su Trilogía Versos, canciones y trocitos de carne. La novedad es que al estar ambientada en una época tan lejana para el adolescente actual, estos Spotify
tienen ocasión de descubrir grupos como U2 o Muse. De hecho, puedes escuchar la"banda sonora" del libro en
En definitiva, se trata de un libro muy recomendable para que los adultos nos reencontremos con los adolescentes que fuimos, y para que el adolescente actual pueda establecer lazos de complicidad con el adulto que somos.