Aunque llevo todo el verano sin publicar entradas, eso evidentemente no responde a que no haya estado leyendo, sino más bien a todo lo contrario. Me he prometido a mí misma hacer una redacción maratoniana en los próximos días para comentar aquí todas mis lecturas veraniegas, o al menos las más interesantes. Empiezo precisamente por la última. Acabo de terminar el último libro de la saga de cincuenta sombras, la trilogía superventas de este verano (y probablemente del año entero). Se ha vendido como la primera novela erótica para mujeres, y aunque no estoy de acuerdo con esta calificación, sí que es verdad que muchas se han acercado por primera vez a este tipo de temática. En mi opinión, no es literatura erótica propiamente dicha, quien haya leído algo de La sonrisa vertical sabrá entenderlo. No dejan de ser escenas sexuales más o menos convencionales con la carga añadida del sadomasoquismo. Sin embargo, el sexo no es el motivo central de la obra sino la relación amorosa de los protagonistas. Desde mi punto de vista hay dos referentes claros en esta trilogía, de un lado la típica novela romántica seudohistórica de la joven e inocente dama que cae rendida a los pies del caballero aguerrido, de otro, la saga Crepúsculo.
De los tres libros el primero es el más sexual, a medida que va continuándose la historia la relación amorosa va cobrando más fuerza y aparecen con más frecuencia los toques de humor, como en los intercambios de mails. Aunque en la segunda y tecera parte hay mas acción, más sucesos que en la primera, sigue siendo una novela de personajes y de cómo estos afrontan esas situaciones con respecto al otro. En este sentido, la tercera parte del libro hubiera sobrado, es bastante repetitiva, aunque lo mejor son precisamente la últimas páginas en donde la autora cede la palabra al personaje de Cristian. El libro se hubiera enriquecido si lo hubiera hecho desde, al menos, la segunda parte.
Reconozco que los personajes están demasiado esteriotipados, el caballero oscuro atormentado por un desgraciado pasado, asquerosamente rico e inmensamente guapo (¡por favor, yo quiero!) y la joven e inexperta protagonista que se ve insulsa y desgarbada y aún así conquista y doma al fiero león. Y aunque resultan poco creíbles tengo que decir que la trilogía me ha enganchado desde la página número uno hasta el final, más por los momentos divertidos y la relación amorosa en sí que por las escenas sexuales que en un momento dado llegan a ser repetitivas y aburridas.
En algunos blogs he leído que parte de la crítica feminista se ha llevado las manos a la cabeza por las escenas de sumisión de la mujer que se ve en la obra. Creo que eso significa no entender la lectura. La mujer no está sometida por ser mujer, sino por las características de ambos personajes y su propio pasado. No creo que deba ser criticable el tipo de relación sexual que los dos adultos protagonistas deciden llevar a cabo.
En los libros se hacen múltiples referencias a canciones e intérpretes de todo tipo. La autora se ha hecho un canal en youtube donde puedes escuchar todas las referencias ordenadas por los libros en los que aparecen. Para quien se anime a iniciar la lectura, le recomendaría que lo tenga presente y lo haga escuchando esta selección musical, excelente en muchos casos. Yo dejo aquí dos de as canciones que más me gustan y que tienen que ver con momento importantes de la historia.